29 sept 2011

¿Se aproxima el final de las 20 Horas?


La suspensión de las 20 Horas de Pesca, por segundo año consecutivo, dejó tela para cortar en el mundillo de los pescadores.
Luego de que Prefectura Naval Argentina no haya garantizado las condiciones para llevar adelante el tradicional concurso, que debía realizarse hace un par de semanas en las aguas del río Paraná, los dirigentes del Club Pirá Pytá, apoyados en el sentimiento de los pescadores, rápidamente consensuaron la necesidad de buscar alternativas para que la competencia siga su curso normal.
Teniendo en cuenta los cuantiosos gastos que le implica a cada participante ser parte del evento que se lleva a cabo una vez al año, los directivos del Club Pirá Pytá no tardaron en pensar otras variantes para la pesca embarcada "no muera", como afirmó Walter Gonçalves, integrante de la Comisión Organizadora de las 20 Horas y miembro de la Subcomisión de Pesca del club.
En 2010, la tradicional competencia, que reúne a exponentes de la región, Paraguay, Chile, Brasil y hasta de España y Estados Unidos, debió suspenderse luego de la muerte de un pescador; y este año, Prefectura se apoyó en los pronósticos y no dio el visto bueno para la realización del concurso.
Aunque el domingo amaneció tranquilo, sin lluvias ni viento, y los pescadores aseguraron que el río estaba en condiciones para la práctica de la disciplina, la Fuerza Naval ya había tomado la decisión el sábado con el argumento de que es mejor prevenir que luego lamentar desgracias, tal como sucedió también con la recordada Tragedia del Paraná, en enero del año pasado, que dejó ocho víctimas fatales.
"Nuestra idea es que el concurso se siga llevando adelante en los próximos años, no podemos dejar que muera las 20 Horas de Pesca", destacó el propio Gonçalves, quien en la misma sintonía reconoció que "tenemos que buscar otros espacios, lugares más tranquilos, donde el viento no constituya el problema que constituye hoy".
Para varios de los fanáticos pescadores, para quienes las 20 Horas forman parte del ADN, la suspensión de la competencia sería como un golpe de nocaut. Y también para los dirigentes del Pirá Pytá, que desde la década del ‘50 redoblan esfuerzos para convocar a los mejores pescadores de la zona.
La actual cancha para los pescadores tiene una extensión de 6 kilómetros y medio. Sin embargo, para Gonçálves no resulta imposible buscar otras opciones con recorridos tan grandes. "El arroyo Itaembé (aguas abajo de Nemesio Parma), por ejemplo, tiene una extensión de 7 kilómetros, y las aguas son mucho más tranquilas; habría que ver si la EBY (Entidad Binacional Yacyretá) nos puede ceder un espacio más tranquilo para que podamos seguir disfrutando de las 20 Horas".
A todo esto, el prefecto Bruno Parrotta, jefe de la Prefectura de Posadas, dio su versión sobre la suspensión de las 20 Horas. "La única condición que pedíamos es que a la hora de la largada estén dadas las condiciones hidrometeorológicas favorables, y no estaban".
"El pronóstico indicaba tormentas fuertes; el río estaba bien, pero el clima no nos permitía dar lugar a la largada", aseguró Parrotta.
"Se consensuó con la gente del Club Pirá Pytá y con los organizadores; yo no tenía problemas con que la prueba se largue a la hora que se sea, pero a las 14 no estaban dadas las condiciones", señaló.
"Con el diario del lunes se puede decir que no iba a pasar nada, pero no puedo adivinar y nos guiamos por lo que decía el Servicio Meteorológico Nacional", agregó.
"Con el pronóstico adverso no podíamos largar la prueba; no tiene sentido mandar 80 embarcaciones al río y después ver qué pasa", explicó.
En este sentido, Prefectura decidió no arriesgar y evitar contratiempos.


Teibler reconoció que analizan opciones
El presidente del club Pirá Pytá, Carlos Teibler, también reconoció que se están pensando alternativas para mantener el sentimiento pesquero.
"El río ahora es mucho más ancho, está más descubierto y los vientos son más fuertes, y sabemos que en estas condiciones vamos a tener complicaciones para seguir realizando el concurso en la cancha en la que lo hacíamos hasta este momento; pensamos en cambiar la fecha o hacerla de día", adelantó.
"Los vientos más fuertes se suelen dar en el cambio de invierno a primavera, y quizás lo más conveniente sea cambiar la fecha y que le competencia tenga lugar en marzo o abril, que hay menos viento", explicó el dirigente. "Hacerla de día también puede ser una posibilidad, porque más allá de los vientos, hacerla a la luz del día ofrece mayores garantías", reconoció.

Está claro que la pasión por mantener con vida la competencia ha empezado a movilizar a varios. Las 20 Horas ha demostrado, con el correr de los años, que cada vez gana más adeptos. Traspasó las fronteras y sin dudas constituye un verdadero ritual, parte de la vida misma, para los más fanáticos. El operativo para salvaguardar su esencia ya se puso en marcha.

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