26 may 2010

¿Porqué fue convocado Ariel Garcé al Mundial?


Después de ver la lista de 23 nombres argentinos definitivos que estarán en Sudáfrica, me formulo la pregunta casi por inercia, pero me cuesta horrores encontrarle una respuesta. Imagino, lógicamente, que a la gente, al resto de los argentinos que sigue de cerca el fútbol y sobre todo la seleccíón argentina, también le cuesta entender bien el porqué de su convocatoria.
Me tomé el tiempo de ver los antecedentes del actual jugador de Colón y, vaya sorpresa, sólo disputó tres partidos con la camiseta albiceleste. Pero para alimentar mi estado descubrí que sólo jugó un partido bajo el mando de Maradona. Uno. Y entonces me pregunté... ¿puede un técnico sacar conclusiones acerca del real nivel de un futbolista que sólo hizo 90 minutos de fútbol? ¿Y que esos 90 minutos de fútbol fueron en un partido amistoso, en el país y... frente a Haití? Parece complicado. O tiene un ojo clínico enviadiable incluso hasta para el mejor oftalmólogo del planeta, o Ariel Garcé -de él estamos hablando- tiene condiciones sobrehumanas? Podría ser la primera opción, aunque ni siquiera siendo generosos con el Diego la historia pasa por ahí.
Descartada las condiciones deportivas del ex jugador de River, me tomé el tiempo de analizar su pasado, su historial como futbolista, sus experiencias en las distintas posiciones que pueda llegar a ocupar en la cancha. Y, ciertamente, me di cuenta que la mayor parte de su carrera la pasó jugando como defensor. Es verdad, jugó de central, de líbero, de lateral y marcador, y en el Millonario hasta se desempeñó como mediocampista por los costados. Pero contrasté el momento del Chino (actualmente con 31 años) con lo que, eventualmente, podrían llegar a darle a la selección otros polifuncionales, caso de Gabriel Milito o, más aun, Fabricio Coloccini, más dinámicos, jóvenes y largamente de mejor presente en sus clubes.
Entonces, también llegó el momento de tachar de la lista las cualidades funcionales de Garcé.
Se habló también de que Maradona busca para la selección un líder, alguien que tenga carisma, voz de mando, incidencia en el grupo. Y, particularmente, me parece poco pertinente que alguien que sólo jugó una vez en la era Diego, que jamás compartió un vestuario con más del 95% del actual plantel y que tampoco sobresale por sus dotes de "líder", tenga boleto gratis al continente africano. Y así lo fuera, imagino que no será para nada sencillo que Garcé se ponga a la altura de Verón, Mascherano y Heinze, los abanderados a la hora de poner la cara y las palabras, más allá de los gustos personales de cada uno.
En otros espacios virtuales hasta encontré el dato de que Diego convocó a Garcé porque soñó que el Chino alzaba la Copa del Mundo. Y dicen que Maradona es supersticioso, quién sabe. Hasta ahora, este parece ser el argumento más valedero hasta ahora.
Aunque la idea no es destratar a Garcé, su historial también indica que no hace mucho dio positivo en un control antidoping y debió estar seis meses fuera de las canchas. Diego también lo estuvo. Y en varios momentos de su vida social y deportiva.
A todo esto, el pobre Chino no tiene la culpa. Alguna virtud deberá tener. Y en el Mundial se sabrá, lo disponga o no Diego, qué tan positiva fue, para él, el grupo o sus imaginarios psíquicos, la convocatoria del Chino.

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