13 ago 2011

Mejor repartir para todos


Me acuerdo cómo aplaudí interiormente cuando el año pasado conocí la noticia de que el gobierno provincial aportaba 500 mil pesos para que OTC pueda afrontar su tercera temporada en el Torneo Nacional de Ascenso.
Lo más importante que tiene Misiones colectivamente en materia deportiva mantenía su lugar en la segunda categoría del básquet argentino gracias al aporte estatal, algo que se venía pidiendo a gritos desde hace años.
Sabido es que solamente con el apoyo económico de algunos empresarios o comerciantes amigos no alcanza para que un club pueda afrontar un certamen nacional. Sea en el deporte que sea, cualquier entidad deportiva que debe trasponer los límites de la provincia en un torneo relativamente largo necesita arriba de los 250 mil pesos sólo para poder participar. Lógicamente, el presupuesto asciende a medida que los objetivos deportivos son más ambiciosos.
En las últimas horas, el actual mandatario provincial dio luz verde a otros 500 mil pesos para la campaña del Celeste en el TNA, por lo que los dirigentes del equipo obereño podrán formar un plantel considerablemente competitivo, con importantes chances de ascender al círculo mayor del básquet argentino.
La noticia es buena. Muy buena. Genial, para ser bien claros.
El amante del básquet recordará, como lo hago yo, las grandes satisfacciones que nos brindó Luz y Fuerza allá por 1996, cuando jugaba la Liga Nacional en el Polideportivo El Zaimán contra los ‘grossos’ del país, como Atenas de Córdoba, Quilmes y Peñarol de Mar del Plata, Independiente de General Pico y Olimpia de Venado Tuerto, quien se quedaría con el título.
De la mano de Rubén Magnano, quien llegó a Misiones tras ser asistente en la selección juvenil argentina, el equipo eléctrico fue sensación en esa campaña, ganó sus primeros partidos como visitante y en su estreno como local se ganó a todo el público misionero. Matías Caramuto y Raúl Tarnowyk (jóvenes promesas entonces, veteranos vigentes hoy) se dieron el gusto de jugar una Liga Nacional junto a, ¡¡cómo olvidarlos!!, Jerome Mincy, Fernando Posetto, Miguel Zandomeni, Mario Milanesio, Herb “Paco” Blut y Marcos Nóbile, entre otros.
Bueno, pero más allá de que los recuerdos me hagan perder el hilo conductor, el tema tiene que ver con otra cosa. Ojalá que OTC ascienda, y no tengo dudas de que si realmente los dirigentes saben administrar e invertir el apoyo gubernamental así será, pero que bueno sería que no muera todo en la Capital del Monte.
En muchos lugares del interior de Misiones se quejan con frecuencia de que Dios atiende en Posadas. Dios es el Gobierno. Y con esta doble medida de la Renovación queda claro que no es tan así. O que si es así, las sucursales a veces manejan más y mejor el dinero que el Banco Central.
Esto viene a colación porque en las últimas horas los dirigentes de Mitre dieron un ultimátum. ‘Si no conseguimos apoyo del gobierno lastimosamente nos vamos a bajar del Torneo Federal’, dijo el presidente Mariano Soczyuk. El Auriazul tuvo que definir en un Repechaje su lugar en la tercera categoría del básquet argentino, pero sus conductores se tomarán hasta el lunes para definir cómo sigue esta historia. Claro, el domingo son las elecciones. Pequeño detalle. Quizás por este mismo motivo apareció un maletín con alrededor de 100 mil verdes en Oberá.
Y aunque sean más relevantes las consecuencias que las causas que visten esta realidad, sería oportuno que los gobernantes de turno no se olviden de que en Posadas también hay necesitados. Y Mitre es uno de ellos. En Jujuy y La Rioja no necesitan 500 mil pesos para afrontar el Torneo Federal. Con menos de la mitad, uno de los dos representantes misioneros en la ex Liga B bien podría dejar en alto el prestigio del baloncesto colorado.
La torta, bien repartida, dejaría más conforme a todos.

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